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¿Alguna vez se te pasó por la cabeza convertirte en un nómada digital para poder trabajar desde cualquier parte del mundo? Bueno, te contamos que ese fue nuestro sueño alguna vez y con mucho trabajo lo pudimos volver realidad. No te vamos a dar el típico discurso de "como nos volvimos millonarios trabajando desde el celular" o de "soñalo y se te va dar". No vivimos de manifestar sino de accionar y esos discursos (que internet de repente se llenó) no generan otra cosa que frustración y desacreditación al esfuerzo. Por eso acá te contamos las cuestiones prácticas y reales, todo lo que necesitas saber y hacer para transformar tu vida al mundo digital como también los pro, contras, y nuestra experiencia personal ¡Dejanos en comentarios si necesitas alguna información extra y con mucho gusto te ayudamos! ¿QUÉ ES SER NÓMADA DIGITAL?Primero, conviene aclarar este concepto, ya que a menudo se confunde con otros. La palabra nómada hace referencia a alguien que se desplaza de un lugar a otro, mientras que digital alude a que su trabajo depende de la tecnología. Entonces, en conjunto, un nómada digital es una persona que trabaja utilizando herramientas tecnológicas y que, al mismo tiempo, viaja por el mundo. No existe un único tipo de empleo para los nómadas digitales. La clave es que se realice a través de una computadora o un celular y que ofrezca flexibilidad geográfica y horaria. Ahora bien, ¿Ser nómada digital es la única forma de vivir viajando? Claro que no. Existen muchas personas que llevan un estilo de vida nómada sin depender de la tecnología, pero que igualmente pueden moverse con libertad. Del mismo modo, hay quienes tienen trabajos digitales y eligen establecerse en un lugar fijo o viajar solo de manera ocasional. PROS Y CONTRASSabemos que este concepto suena perfecto, pero no todo es color de rosas. En base a nuestra experiencia, te contamos lo que más nos gusta y nos beneficia de esta forma de trabajar, y también lo que a veces nos juega en contra: PROS✅ Flexibilidad geográfica: cuando descubrimos que con un trabajo digital podíamos viajar por todos lados, se nos iluminaron los ojos. Amamos poder trabajar desde un sillón de un hotel, desde nuestro motorhome, desde la playa o en alguna plaza perdida en un pueblo con vista a la montaña. ✅Equilibrio entre trabajo y aventura: si disfrutás mucho viajar, ser nómada digital es lo más parecido a la perfección. Tenés todo lo lindo de viajar sin lo malo: no hay que volver porque “se terminan las vacaciones”. Si llevás el trabajo en la mochila, sos vos quien pone los límites. ✅Flexibilidad horaria: al trabajar como freelancers, no tenemos horarios fijos porque los proyectos suelen organizarse por objetivos. Esto nos da mucha libertad para elegir cuándo trabajar. Por ejemplo, nos encanta hacer actividades turísticas entre semana y evitar el turismo masivo o si tuvimos un día intenso y queremos dormir hasta más tarde, simplemente lo hacemos. ✅ Eliminas los tiempos ociosos en el trabajo: cuando trabajábamos en oficina, esas 9 horas diarias rara vez eran productivas. Entre traslados, pausas y actividades de “team building”, había muchos tiempos muertos. Hay gente que disfruta eso, y está perfecto, pero nosotros preferimos invertir ese tiempo en cosas que realmente nos gustan. Con esta modalidad, notamos que nuestro tiempo libre aumentó muchísimo y que podemos aprovecharlo mucho mejor. ✅ Red de contactos: sin viajar, sería imposible conectar con tantos otros nómadas digitales de distintos países. Esto tiene un gran valor, porque te abre la puerta a nuevas amistades y oportunidades laborales. CONTRAS❌ Mala elección si te gusta la rutina: si necesitás una estructura diaria o no te considerás una persona muy organizada, puede ser difícil. Cambiar constantemente de entorno y tener que equilibrar el trabajo con imprevistos de viaje, como vuelos demorados o mala conexión a internet, puede ser estresante. ❌Inestabilidad emocional: viajar constantemente puede generar sensación de soledad, especialmente si lo hacés solo. Al moverte con frecuencia, los vínculos suelen ser temporales. (En nuestro caso no nos afecta porque viajamos juntos, pero conocemos personas que sí lo sufrieron). ❌ Problemas con la conectividad: es un clásico, sobre todo viajando por Latinoamérica. Hay días en los que simplemente no hay buena señal, y eso implica perder horas o incluso jornadas de trabajo. Si sos freelance, seguramente te las arregles, pero si tenés un empleo remoto con horarios fijos o reuniones programadas, puede convertirse en un verdadero problema. Nosotros minimizamos mucho este caos cuando empezamos a usar Holafly que es un e-sim con datos ilimitados. Te dejamos nuestro código para que obtengas el tuyo con 5% off (funciona en más de 180 países). ❌ Ingresos variables: si trabajás por proyecto o por hora, tus ingresos pueden fluctuar mes a mes. A nosotros nos pasa: nunca ganamos lo mismo. Por eso es clave tener una buena organización financiera para evitar sobresaltos. ❌ Difícil separar entre trabajo y ocio: cuando trabajábamos en empresas era simple: a las 18 cerrábamos la compu y listo. Como nómadas digitales, ese límite no existe; tenés que ponértelo vos. Es fácil terminar trabajando un sábado o domingo sin darte cuenta. La organización personal se vuelve fundamental. ❌ Fatiga del movimiento: sí, aunque suene loco, viajar todo el tiempo también cansa. Por algo el ser humano dejó de ser nómada... Nos pasó varias veces. Al no tener límites, cuesta frenar, y eso genera un desgaste constante. Es importante reconocerlo a tiempo: parar, hacer base en un lugar cómodo y descansar. El movimiento implica tomar decisiones todo el tiempo, y si lo sumás al trabajo, puede ser agotador. ❌ Incertidumbre del futuro: cuando podés trabajar desde cualquier lugar, las posibilidades se multiplican… y eso puede ser abrumador. A veces tomar decisiones se vuelve más difícil porque hay demasiadas opciones. En esos casos, lo mejor es frenar, quedarse un tiempo en un lugar tranquilo y pensar con menos estímulos alrededor. TIPS PARA NO MORIR EN EL INTENTOHicimos un check list con las cosas que a nosotros nos sirvieron mucho para volvernos nómadas digitales y poder de esa forma unir Ushuaia con Alaska durante 4 años. 1. PLANIFICACIÓN
2. ESTABILIDAD LABORAL Y FUENTES DE INGRESO
3. TECNOLOGÍA Y HERRAMIENTAS BÁSICAS
4. ADMINISTRACIÓN DE FINANZAS
5. LOGÍSTICA DE VIAJE
6. BIENESTAR
NUESTRA EXPERIENCIA PERSONALNicky: mi primera experiencia laboral después de recibirme fue en una empresa argentina bastante tradicional. Trabajaba como analista en el área comercial y, la verdad, lo disfrutaba mucho: tenía un equipo increíble y el ambiente era excelente. Sin embargo, alrededor de 2018, con Max empezamos a soñar con viajar como mochileros y recorrer todo el continente. La idea nos entusiasmaba, pero en mi cabeza rondaba una gran preocupación: el dinero. No me veía viviendo “al día” o vendiendo artesanías; por como es mi personalidad, necesitaba un trabajo más formal, con cierta estabilidad. Fue ahí cuando empecé a pensar seriamente en la posibilidad de convertirme en nómada digital. En ese momento la pandemia todavía no había comenzado, así que el concepto no era tan conocido como ahora. La primera gran decisión que tomé (y que sigo considerando una de las mejores) fue buscar un empleo que me permitiera aprender habilidades digitales. Cuando lo encontré, renuncié a mi puesto anterior y comencé a trabajar en una agencia de publicidad digital. Esa etapa fue clave: aprendí muchísimo y me dio el impulso que necesitaba para lanzarme a buscar mis propios clientes y empezar a trabajar como freelance. Al principio combinaba ambos trabajos, quería probar si era realmente viable y asegurarme un ingreso más o menos estable. Después de unos meses, cuando logré mantener una base de clientes y sentí que podía crecer por mi cuenta, renuncié definitivamente para empezar a viajar. Ahí sentí que estaba lista… aunque, como suele pasar, en el viaje todo cambió pero no importa porque ya contaba con las herramientas para seguir siendo nómada digital. Max: mientras estudiaba mi carrera universitaria, trabajé como pasante en el área de marketing de un laboratorio. Esa experiencia me enseñó mucho, aunque en un momento tuve que cambiar de rumbo porque necesitaba un empleo de tiempo completo. Fue entonces cuando comencé a trabajar en Mercado Libre, una de las empresas digitales más importantes de Argentina. Ese período fue súper productivo: aprendí no solo sobre marketing tradicional, sino también sobre marketing digital, un área que sabía que me serviría muchísimo en el futuro, especialmente cuando llegara el momento de viajar. Podría haber renunciado antes, pero decidí quedarme hasta que Nicky se sintiera segura con la base de clientes que tenía, para que ambos pudiéramos emprender el viaje tranquilos. En mi caso, contaba con algunos ahorros y confiaba en que, una vez en movimiento, podría desenvolverme bien y encontrar nuevas oportunidades. Y así fue: durante casi un año de recorrido por México, me dediqué a ofrecer consultorías de marketing, especialmente para alojamientos. Algunos me pagaban con dinero y otros me ofrecían hospedaje a cambio, lo cual fue una gran ayuda en esa etapa, ya que todavía viajábamos como mochileros y no teníamos el motorhome. Cuando empezamos a viajar con motorhome, ese sistema perdió un poco de sentido, así que comencé a dar consultorías digitales a empresas de otros rubros y a colaborar con Nicky en la gestión publicitaria de sus clientes (¡Fue mi gran maestra en eso!). En paralelo, empecé a usar plataformas de trabajo freelance como Workana o Fiverr, donde encontré una enorme variedad de proyectos digitales y de marketing. Eso me permitió trabajar con clientes de distintos países, como Estados Unidos o Hong Kong, y ampliar muchísimo mi experiencia. Soy bastante desestructurado y disfruto enfrentar desafíos nuevos, así que en lo laboral me gusta probar de todo. Esa versatilidad me ayudó a mantenerme activo y motivado, incluso mientras viajábamos. Trabajé en proyectos muy locos que de otra forma no lo hubiese hecho. BONUS TIPHay una realidad bastante sesgada sobre el tema del nomadismo digital. La mayoría de quienes hablamos de esto somos, justamente, creadores de contenido. Es raro encontrar la experiencia contada por un programador, diseñador o abogado que trabaje 100% en su profesión mientras viaja. Por eso, como hay tantas personas mostrando su “vida perfecta” viajando y generando contenido en redes sociales, se genera una idea equivocada: creer que la creación de contenido es la mejor (o la única) forma de ser nómada digital. Queremos contarte nuestra experiencia personal, porque aunque no somos los que más contenido producimos, sí lo hacemos y sabemos de qué se trata. Antes de comenzar a viajar, abrimos una cuenta de Instagram para compartir nuestras aventuras y, la verdad, nos ayudó bastante en varios momentos. Sin embargo, nuestro foco principal siempre fue nuestro trabajo más “formal”, el que realmente nos sostenía. Después de varios años en ruta, estando en Perú, decidimos crear un canal de YouTube. Nos daba pena vivir tantas experiencias increíbles sin documentarlas, y además queríamos probar qué tan cierto era “el algoritmo”. Empezamos a subir videos durante un par de meses y, cuando cruzamos a Ecuador, algo explotó: las visualizaciones subieron muchísimo y logramos monetizar el canal. ¡Incluso llegamos a ganar unos 400 USD en un mes, y recién era el tercero o cuarto desde que habíamos empezado! Fue una linda sorpresa, pero con el tiempo hicimos cuentas y notamos algo importante: estábamos invirtiendo muchísimo tiempo y energía para el retorno que nos daba la plataforma y cuando comparamos, nos dimos cuenta que por hora de trabajo ganábamos mucho más con nuestras profesiones que con YouTube. Además, había días en los que simplemente no teníamos ganas de filmar, y hacerlo por obligación le quitaba toda la magia. Así que, poco a poco, dejamos el canal. Hoy, sinceramente, estamos agradecidos de haberlo hecho (subimos videos pero esporádicamente y cuando queremos). Nos encanta viajar, pero si eso se convirtiera en una obligación laboral, estamos seguros de que empezaríamos a sufrirlo. Ahora que llevamos unos meses sin movernos, cargando energías para nuevos proyectos, lo pensamos: si viajar fuera nuestro trabajo principal, ¿Qué haríamos en los momentos en que necesitamos frenar? Nunca estuvimos dispuestos a hacer planes o ir a lugares solo para filmarlos. Así que no, evidentemente no es nuestro trabajo ideal. Con esto no queremos decir que vivir de crear contenido sea algo malo ni frustrar tus planes ¡Para nada! Pero hay que ser realistas: solo vas a poder vivir de eso si realmente te apasiona el proceso. Hay que estudiar, seguir las buenas prácticas de cada plataforma, probar, equivocarse, insistir y dedicarle muchísimas horas (a veces más que en un trabajo tradicional). Y aun así, no hay garantías. Los creadores que logran vivir de esto lo hacen porque lo tratan como lo que es: un trabajo serio, de tiempo completo, que lleva años construir. Solo te recomendamos que lo contemples como fuente de trabajo si te haces estas preguntas: 👉 ¿Filmaría mi día a día todos los días? ¿Haría contenido de calidad para subir a redes sociales todo el tiempo? ¿Haría planes solo para filmarlos? 👉 ¿Haría todo lo anterior SOLO por placer y como hobbie? Si la respuesta es sí, adelante, ¡hacelo! Porque incluso en los días en que no estés viajando, no estés de ánimo o simplemente sientas que no tenes nada que mostrar, no te va a pesar hacerlo. En nuestro caso, filmamos cuando realmente tenemos ganas, y lo disfrutamos. Pero tenemos claro que haciéndolo así jamás será una fuente principal de ingresos, porque sería agotador. Si tu única motivación es el dinero, probablemente sea mejor enfocarte en otra profesión digital que te permita generar ingresos estables, y dejar la parte de los viajes como un disfrute. Ahora que leiste todo esto, ¡Segúis con ganas de ser nómada digital? 👇🏼 ¡Contanos en comentarios que pensás!
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